martes, 5 de abril de 2011

La evolución I


Durante el año 2009 mi regularidad intestinal, que hasta entonces había funcionado como un reloj, se vio alterada en varios aspectos. Primero en la frecuencia, después en el tamaño y forma de las heces, en los gases y en el color. A fin de año decidí ir a un gastroenterólogo que me realizó una endoscopia y una colonoscopia.
En enero del 2010 tuve el diagnóstico: Colitis ulcerosa.
Comencé el tratamiento con comprimidos de Mesalazina (Pentasa) y los síntomas parecían retroceder pero volvían al tiempo. Seguí con supositorios de Mesalazina  (Pentasa, Yolecol) y pasaba lo mismo. Comencé con corticoides pero el organismo no respondía e iba de 4 a 5 veces al baño.
Este tratamiento lo hacía mientras trabajaba y mi vida era casi normal sobretodo porque vivo en una ciudad chica donde un baño decente siempre estaba a mano.
Pero en Agosto las cosas se empezaron a complicar. Las idas al baño aumentaban, no tenia apetito y me sobrevenían cólicos (dolores abdominales). A todo esto había adelgazado 20 kilos.
Pasaban los días y comencé a tener fiebre, escalofríos y sudor frío.
Mi gastroenterólogo me hizo una rápida colonoscopía y viendo que las úlceras en el intestino habían aumentado decidió internarme para estabilizar mi situación. Estuve dos semanas internado en el hospital local, lograron estabilizarme pero los síntomas de la enfermedad seguían.
Decidimos mi traslado al Hospital Italiano de Buenos Aires pero eso va en la próxima entrada.

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