De chiquito le tenía mucho miedo al hombre de la bolsa pero nunca me imaginé que de grande, yo sería el hombre de la bolsa. Pero no porque maneje acciones en el mercado financiero, mi bolsa tiene fines mucho más modestos.
En principio utilizar una bolsa de colostomía hizo que cambiara mis hábitos de vestimenta. De utilizar las camisas dentro del pantalón ajustado con cinturón o tirantes, pasé a las camisas por afuera y los pantalones de tiro alto (foto) y cintura elastizada , que pudieran acomodarse por sobre el estoma y la bolsa. Por suerte las camisas por afuera es como un estilo descontracturado y está dentro las costumbres actuales.
Para dormir y en el afán de mantener cierta intimidad sobre el circunstancial aditamento, comencé a usar pantalones cortos piyamas de cintura alta y sacos piyamas que disimulan perfectamente.
Cuando la bolsa está recién vaciada cualquier actividad es posible incluso aquellas físicas que supongan un contacto físico cercano a la zona del estoma. Después de unas horas y si está un poco llena de materia o gases hay ciertas actividades como por ejemplo atarse los cordones (sobre todo si usted es un poco gordito) que no son recomendables sin asumir los riesgos. Por eso mejor, cómprese mocasines.
La vida diaria puede llevarse normalmente y sin limitaciones especiales por el hecho de la ostomía. La bolsa no genera olores particulares salvo que tenga pérdidas evidentes o se excedan los días de uso. Se recomienda un recambio de bolsa cada tres o cuatro días. Por circunstancias especiales se puede alargar a 5 o 6 días pero a partir de este tiempo los adhesivos pierden fuerza y se pueden generar fugas o tenues pero perceptibles liberaciones de gases.
En condiciones normales de uso, los adhesivos son perfectamente confiables y si ocurre cualquier filtración en general es por culpa de una mala colocación por parte del usuario.
Tampoco hace ruidos especiales y solo circunstancialmente y en momentos de silencio como en el dormitorio, se escucha el movimiento de gases pero suelen ser iguales o menores que los ruidos intestinales normales. Y de la misma manera que estos, en lugares con ruido ambiente de trabajo pasan totalmente desapercibidos.
Nadie tendría que enterarse que usted lleva una bolsa ya que en circunstancias normales no se hace notar.
En el afán de ver las cosas positivas una amiga que tiene un esfínter sufriente por problemas de estreñimiento me dijo: La verdad que te envidio la forma tranquila que tenés de ir de vientre.
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